domingo, 23 de noviembre de 2008
Vulcanismo.
Vulcanismo, fenómeno que consiste en la salida desde el interior de la Tierra hacia el exterior de rocas fundidas o magma, acompañada de emisión a la atmósfera de gases. El estudio de estos fenómenos y de las estructuras, depósitos y formas que crea es el objeto de la vulcanología.
Un Volcán es una formación geológica que consiste en una fisura en la corteza terrestre sobre la que se acumula un cono de materia volcánica. En la cima del cono hay una chimenea cóncava llamada cráter. El cono se forma por la deposición de materia fundida y sólida que fluye o es expelida a través de la chimenea desde el interior de la Tierra. El estudio de los volcanes y de los fenómenos volcánicos se llama vulcanología.
Algunas cuencas enormes, parecidas a cráteres, llamadas calderas y situadas en la cumbre de volcanes extintos o inactivos desde hace mucho tiempo, son ocupadas por lagos profundos, como el lago del Cráter, en Óregon , o por llanuras planas, como el amplio valle Caldera en el norte de Nuevo México, ambos en Estados Unidos. Ciertas calderas son resultado de explosiones cataclísmicas que destruyen el volcán en erupción; las islas volcánicas de Santorín, en Grecia, y de Krakatoa, en Indonesia, así como el lago del Cráter entran en esta categoría. Otras se forman cuando la cámara subterránea de magma, vacía tras erupciones sucesivas, no puede soportar más el peso de la mole volcánica situada encima y se derrumba. Otro ejemplo de caldera volcánica, situada en la isla canaria de La Palma (España), es la caldera de Taburiente, donde se mezclan los valles de barrancos con picos que destacan en los bordes de la caldera.
Las erupciones más violentas se asocian con los bordes destructivos de las placas. Las dos mayores erupciones de la historia -las del Krakatoa y el Tambora- se produjeron en la confluencia de las placas asiática y australiana. Tambora, en la costa norte de la isla Sumbawa, entró en erupción en 1815; el cono saltó por los aires y el volcán causó la muerte a unos 50.000 isleños. La isla volcánica de Krakatoa, situada entre Java y Sumatra, en Indonesia, entró en erupción en 1883 y quedaron destruidas las dos terceras partes de su superficie. Las olas provocadas por la explosión causaron la muerte de decenas de miles de personas en todo el Sureste asiático. El ruido se escuchó a una distancia de más de 4.830 km, y los millones de toneladas de cenizas proyectadas a la atmósfera provocaron espectaculares puestas de sol en todo el mundo durante más de un año.
En contraste con las erupciones explosivas, que han causado la muerte a muchos miles de personas a lo largo de la historia, las islándicas y hawaianas y, en cierto modo, las estrombolianas, casi nunca son peligrosas. La lava fluye a veces muy deprisa, pero por lo general da tiempo a evitarla, aunque sí resultan destruidos edificios y cultivos. En ocasiones se ha logrado desviar el río de lava de algún edificio abriendo trincheras, levantando muros o mediante voladuras, pero estos métodos no suelen ser completamente satisfactorios.
La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos de los magmas son los factores fundamentales de los cuales dependen el tipo de explosividad y la cantidad de productos volátiles que acompañan la erupción volcánica.
Hawaiano
Sus lavas son bastante fluidas, sin que tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad, formando verdaderas corrientes a grandes distancias. Por esta razón son de pendiente suave. Algunas partículas de lava, al ser arrastradas por el viento, forman hilos cristalinos que los nativos llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del fuego). Son bastante comunes a escala mundial.
Stromboliano
Erupción del Stromboli en 1980.
Recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Lípari (mar Tirreno), al Norte de Sicilia. Se originan cuando hay una alternancia de materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas y materiales sólidos. La lava es fluida, desprendiendo gases abundantes y violentos, con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo hawaiano.
Vulcaniano
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lípari. Se desprenden grandes cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez; por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, lanzada al aire acompañadas de otros materiales fragmentarios. Cuando la lava sale al exterior se consolida rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas de tipo aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.
Vesubiano
Difiere del vulcaniano en que la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, producen precipitaciones de cenizas, que pueden llegar a sepultar ciudades, como le ocurrió a Pompeya y Herculano y el volcán Vesubio.
Mar
Los volcanes de tipo mar se encuentran en aguas someras, o presentan un lago en el interior de un cráter. Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado, son explosiones freáticas. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas.
Peleano
De los volcanes de las Antillas es célebre el de la Montaña Pelada, ubicado en la isla Martinica, por su erupción de 1902, que destruyó su capital, Saint-Pierre.
La lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por completo el cráter; la enorme presión de los gases, sin salida, provoca una enorme explosión que levanta este tapón que se eleva formando una gran aguja. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje, abriéndose un conducto por el que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y que, mezclados con cenizas, formaron la nube ardiente que ocasionó 28 000 víctimas.
Mi opinión es que los volcanes son muy peligrosos y gracias a ello, podemos tener importantes catastrofes naturales, es interesante saber que la magma y demas elementos son lo que ocasionen que estas fieras saquen todo su poderio y derramen la lava tan ardiente como el daño que hacen.
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